El mejor Ajo Negro del mundo

11 October, 2018 AJO NEGRO

En las tierras áridas, soleadas y bellas de Mendoza el ajo encontró un espacio privilegiado donde crecer,
desarrollarse y desplegar sus formidables virtudes. Allí encontró un lugar donde expresar su potencial al
máximo, gracias a las condiciones tanto del clima como de la tierra, que confluyen para favorecer la calidad
del cultivo.
Históricamente el ajo surgió en la zona central de Asia. Esta área geográfica del planeta justamente tiene
cualidades climáticas similares a las que se dan en las áreas semidesérticas de la provincia de Mendoza. El
ajo negro es una preparación que se basa en una técnica milenaria. Pero su surgimiento como producto
comercial es mucho más reciente en términos históricos.
El ajo negro es un ajo orgánico cocido que puede (o no) tener una certificación especial. El producto
orgánico de Mendoza se considera como el de mayor calidad del planeta. Esto se debe a las singularidades
tanto del clima como del suelo mendocino, que generan las condiciones para que los bulbos tengan un
desarrollo especial, potenciando sus propiedades.
Un dato poco conocido es que en Mendoza el ajo genera incluso más puestos de trabajo que el vino. Buena
parte de la producción de la zona se orienta hacia los mercados de exportación, teniendo como destino
principal a Brasil.
Argentina exporta ajos de distintos tipos y de gran calidad, que pueden almacenarse por lapsos bastante
prolongados en sitios secos y frescos sin refrigeración.
Importancia del clima en las propiedades del ajo

En tal contexto, Mendoza ofrece condiciones muy favorables para que crezca el ajo: hay agua de muy buena
calidad, los niveles de contaminación son reducidos y no abundan las plagas. Por lo demás, el entorno
desértico colabora para que se pueda cultivar un ajo de primerísimo nivel y cualidades superlativas.
El ajo negro comenzó a producirse en nuestro país hacia el año 2012, hace relativamente poco tiempo.
Incluso en el resto del planeta también es un producto que comenzó a producirse en tiempos recientes.
El ajo negro es un derivado del ajo que surge al aplicar un proceso de cocción al ajo tradicional. Su sabor es
más dulce y presenta ciertas reminiscencias de la ciruela disecada en la boca. Por lo demás la apariencia
externa de este producto es más oscura que la del ajo blanco convencional.
Originalmente el ajo negro comenzó a comercializarse en Corea y Japón, aunque hoy China es seguramente
el productor más relevante.
 
Importancia del suelo en las propiedades del ajo
Para su correcto cultivo y desarrollo, el ajo requiere de suelos con adecuado drenaje. Como concepto
general, se adapta perfectamente a buena parte de las superficies donde habitualmente se plantan cereales.
No obstante, le sientan mejor los suelos algo arcillosos, con buena cantidad de potasio y materia orgánica.
Es decir que es un cultivo que tiene condiciones para desarrollarse en suelos sin gran fertilidad, que no
dispongan de nitrógeno en abundancia.
Estas propiedades del cultivo “coinciden” a la perfección con las condiciones que ofrece el suelo mendocino.
Esto permite que actualmente exista un desarrollo importante en la zona en torno a su producción y
posterior comercialización.
 
Una bendición para la salud
Como se sabe, el ajo aporta innumerables beneficios: es un expectorante, antimicótico y antiparasitario
natural. Además ayuda a controlar los triglicéridos, el nivel de insulina y el colesterol en sangre y también 
eleva las defensas, entre otros aportes.
Como es sabido el ajo negro es ajo orgánico seleccionado sometidos a un cuidadoso proceso de cocción con
temperaturas reguladas durante aproximadamente 30 días. Este proceso hace que en el caso del ajo negro,
los beneficios que propicia el ajo convencional se multipliquen.
El ajo negro aporta 18 aminoácidos esenciales que permiten mantener las defensas altas. Y aporta los 8
aminoácidos claves que precisa el organismo humano para conservar la salud. Además, no deja rastros a
nivel del aliento, como ocurre con el ajo blanco.
Este antioxidante natural tiene además propiedades energizantes, favorece la digestión y es conveniente
para las personas con problemas respiratorios y con tensión elevada. Por todo esto al ajo negro se lo ha
catalogado como un “superalimento”: su aporte a la prevención de dolencias y a la salud integral es enorme.
El producto se comercializa en bulbo, y en formato de pasta natural sin conservantes. No obstante, es
recomendable averiguar la procedencia de los ajos de base que se emplean en la elaboración de estos

productos. Esto es así ya que, los ajos orgánicos procedentes de Mendoza presenta un diferencial
espectacular que se traducen luego en un producto de mayor calidad.